La soledad no deseada se ha convertido en uno de los grandes desafíos silenciosos del envejecimiento en España. Diversos estudios recientes muestran que una parte muy significativa de las personas mayores se siente sola de forma frecuente, y que este sentimiento tiene un impacto directo en su salud física, mental y en su calidad de vida. Frente a este reto, el cohousing senior emerge como una de las soluciones más interesantes porque no solo ofrece una vivienda, sino una comunidad diseñada para evitar el aislamiento y fomentar los vínculos cotidianos.
Un país que envejece… y se queda solo
España es ya uno de los países más envejecidos del mundo, y la proporción de personas mayores seguirá aumentando en las próximas décadas, según diferentes análisis demográficos recogidos por medios generalistas. Este envejecimiento viene acompañado de un aumento de los hogares unipersonales: grandes cabeceras como El País han señalado que más de una cuarta parte de los hogares españoles están formados por una sola persona, y una parte relevante de ellos son mayores que viven solos.
La soledad no deseada comienza a aumentar de forma clara a partir de los 65 años y se agrava a partir de los 75, según investigaciones difundidas por entidades como Fundación ONCE, que alertan de su impacto en la población senior. Informes citados por agencias como Europa Press indican que en torno a un 16% de las personas mayores en España se encuentran en riesgo de soledad no deseada, con prevalencias todavía más altas en determinados grupos, como las mujeres muy mayores.
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La soledad no deseada: mucho más que estar solo
Es importante diferenciar entre vivir solo y sentirse solo. El Barómetro de la Soledad No Deseada en España, impulsado por iniciativas públicas y del tercer sector, subraya que la soledad no deseada es una experiencia subjetiva: se puede tener familia o vecinos cerca y, aun así, sentirse profundamente desconectado. Lo que define este problema es la percepción de que faltan relaciones significativas, apoyo emocional y pertenencia a una red social cercana.
Diversas informaciones recogidas por medios de comunicación españoles especializados en salud y sociedad indican que la soledad prolongada se relaciona con mayor riesgo de depresión, ansiedad, deterioro cognitivo y enfermedades cardiovasculares. Además, se asocia a un mayor uso de los servicios sanitarios y sociales, algo que preocupa especialmente a administraciones autonómicas como la Comunidad de Madrid, que ha organizado jornadas y webinars específicos sobre soledad no deseada en personas mayores.
Por qué muchas respuestas actuales se quedan cortas
En los últimos años han crecido los recursos para atender a las personas mayores: residencias, centros de día, servicios de ayuda a domicilio o programas de acompañamiento de organizaciones como Cruz Roja. Sin embargo, gran parte de estas soluciones se orientan a cubrir necesidades de cuidados básicos o sanitarios, y no siempre consiguen generar una red de relaciones estables, horizontales y significativas en el día a día.
Las visitas puntuales de voluntariado, los programas de llamadas telefónicas o las actividades en centros de mayores ayudan, pero a menudo no logran combatir la sensación de “no pertenecer a ningún sitio” que expresan muchas personas mayores en estudios cualitativos citados por medios generalistas. El resultado es que, incluso con apoyos formales, muchos mayores siguen pasando largas horas en soledad, con escaso contacto social significativo y una fuerte sensación de aislamiento.
Cohousing senior: una nueva forma de vivir la vejez
En este contexto, el cohousing senior se presenta como una alternativa residencial que va más allá de la vivienda tradicional o de la residencia al uso. En varios reportajes publicados por prensa económica y generalista se describe el cohousing senior como comunidades de personas mayores que deciden vivir en un conjunto de viviendas privadas, compartiendo espacios comunes y organizándose de forma participativa. Cada persona mantiene su propio hogar, pero el proyecto se diseña desde el inicio para fomentar la convivencia, la colaboración y el apoyo mutuo.
Los proyectos de cohousing suelen incluir zonas compartidas como cocina comunitaria, salones, talleres, jardines o huertos, así como espacios para actividades culturales o deportivas. La clave es que no se trata de “pisos donde viven mayores”, sino de comunidades intencionales en las que los residentes comparten valores, se implican en la gestión del día a día y se apoyan entre sí, evitando que nadie quede aislado detrás de la puerta de su vivienda.
Cómo el cohousing ayuda a prevenir la soledad no deseada
La primera gran aportación del cohousing frente a la soledad es la convivencia cotidiana. Al vivir en un entorno donde es normal encontrarse a los vecinos, compartir comidas, actividades o simplemente conversar en las zonas comunes, se reducen de forma natural las largas horas de aislamiento que sufren muchas personas mayores que viven solas. Esto favorece la creación de vínculos de confianza similares a los de una “familia elegida”, algo que diferentes estudios sobre soledad identifican como un factor protector clave.
En segundo lugar, el cohousing fomenta la participación activa. A diferencia de modelos más asistenciales, aquí las personas mayores no son receptoras pasivas de servicios, sino protagonistas en la organización de la comunidad, lo que refuerza su sentido de utilidad y pertenencia. Esta combinación de relaciones estables, participación y apoyo mutuo se alinea con las recomendaciones de organismos públicos y expertos que insisten en promover envejecimiento activo y entornos comunitarios para combatir la soledad no deseada.
Más allá de la compañía: apoyo y seguridad
Además de reducir la soledad, el cohousing senior aporta otros beneficios relevantes. Los reportajes y análisis sobre este modelo subrayan que la proximidad entre vecinos permite organizar de forma sencilla apoyos informales para tareas cotidianas, acompañamientos a citas médicas o momentos de necesidad puntual. Esta red de ayuda cercana complementa los servicios públicos y privados, y puede retrasar la necesidad de recurrir a recursos más institucionalizados.
Por otro lado, saber que hay personas cerca que pueden responder ante una emergencia genera una sensación de seguridad que reduce uno de los grandes miedos que expresan muchas personas mayores: “que me pase algo estando solo”. Este clima de apoyo, sumado a actividades que estimulan la vida social, física e intelectual, encaja con la visión de envejecimiento saludable que difunden tanto medios de comunicación como instituciones públicas dedicadas a salud y servicios sociales.
De reto silencioso a oportunidad de cambio
La soledad no deseada en la vejez es un problema complejo y estructural, que no se resolverá con una única medida. Sin embargo, la evidencia que presentan informes de entidades como Fundación ONCE, datos difundidos por comunidades autónomas y la creciente atención mediática muestran que seguir haciendo “más de lo mismo” no es suficiente. Es necesario repensar cómo y dónde viven las personas mayores, y qué tipo de relaciones permite o dificulta cada modelo residencial.
En este escenario, el cohousing senior no pretende sustituir al resto de recursos, pero sí se perfila como una de las soluciones más coherentes con lo que muchos mayores declaran querer: mantener su autonomía, vivir en comunidad y sentirse parte activa de un grupo. Impulsar este tipo de proyectos, facilitando el marco normativo y el apoyo desde las administraciones, puede transformar un reto silencioso —la soledad no deseada— en una oportunidad para construir formas de convivencia más humanas, solidarias y sostenibles para las próximas generaciones de mayores.
En Diakos trabajamos precisamente para dar respuesta a este desafío: crear comunidades donde la autonomía personal convive con la compañía cotidiana, y donde cada persona mayor de 55 encuentra un entorno que favorece la conexión, el bienestar y una vida con sentido. Si quieres saber cómo puede ayudarte un modelo así a prevenir la soledad no deseada y a construir una nueva etapa llena de relaciones y propósito, estaremos encantados de acompañarte. Contáctanos y descubre si Diakos es el lugar donde quieres vivir tu próxima etapa.
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