El entorno saludable en el que vivimos desempeña un papel esencial en nuestra salud y longevidad. En las zonas azules, los habitantes no solo disfrutan de una vida activa y relaciones sociales fuertes, sino que también se benefician de entornos naturales que fomentan hábitos saludables. El acceso a alimentos frescos, un estilo de vida al aire libre y un ambiente social positivo son factores determinantes en la salud a largo plazo. En este artículo, exploraremos cómo el entorno influye en la salud y cómo podemos adaptar el nuestro para fomentar una vida más sana, tal como se hace en el proyecto Diakos.
El entorno natural: Un aliado de la salud
En las zonas azules, el entorno natural juega un papel central en la salud y el bienestar de las personas. Las comunidades en lugares como Icaria (Grecia), Cerdeña (Italia) y Nicoya (Costa Rica) están rodeadas de naturaleza, lo que facilita el movimiento físico y reduce el estrés. Vivir en un entorno que promueve actividades al aire libre, como caminar, jardinería o simplemente disfrutar de la tranquilidad de un paisaje natural, mejora la salud mental y física.
El contacto con la naturaleza está asociado a la reducción del cortisol, la hormona del estrés, y a una mejora general del estado de ánimo. Además, pasar tiempo al aire libre fomenta un estilo de vida más activo, lo que contribuye a la longevidad. En Diakos, el entorno natural de Galicia se ha aprovechado para crear un espacio donde los residentes pueden disfrutar de jardines, zonas verdes y actividades al aire libre que promueven un estilo de vida saludable.
Alimentos frescos y locales: La base de una dieta saludable
El acceso a alimentos frescos y locales es otro aspecto clave de un entorno saludable. En las zonas azules, la dieta se basa en productos cultivados localmente, como frutas, verduras, legumbres y cereales integrales. Este tipo de alimentación no solo es más nutritiva, sino que también está libre de los aditivos y conservantes que se encuentran en los alimentos ultraprocesados.
En regiones como Okinawa (Japón) y Nicoya (Costa Rica), las personas dependen de lo que cultivan en sus propios huertos o lo que obtienen de agricultores locales. Esta conexión con la tierra no solo garantiza una dieta rica en nutrientes, sino que también fortalece los lazos comunitarios. En Diakos, la oferta de alimentos se centrará en productos frescos y locales, promoviendo una alimentación sana y sostenible que fomenta el bienestar físico de sus residentes.
El impacto del ambiente social y físico en nuestros hábitos
El entorno social en el que vivimos influye enormemente en nuestros hábitos diarios. En las zonas azules, la vida comunitaria está integrada en la rutina diaria, lo que significa que las personas están rodeadas de apoyo social y de una cultura que valora la actividad física y la buena alimentación. Esta combinación de un entorno físico saludable y una red social de apoyo motiva a las personas a seguir hábitos positivos a lo largo de sus vidas.
En contraste, los entornos urbanos modernos, con un acceso limitado a espacios verdes y una dependencia de alimentos procesados, pueden fomentar hábitos poco saludables, como la inactividad y el consumo de comida rápida. Adaptar nuestro entorno para promover la actividad física y reducir el estrés es clave para mejorar nuestra salud. En Diakos, hemos diseñado una comunidad para proporcionar tanto un entorno físico saludable como una vida social activa, con espacios que favorecen la convivencia y la actividad diaria.
Ideas para adaptar nuestro entorno y fomentar hábitos saludables
Aunque no todos vivimos en una zona azul, es posible hacer ajustes en nuestro entorno y nuestras rutinas para mejorar nuestra salud y bienestar. Aquí te dejamos algunas ideas prácticas para crear un entorno saludable en tu vida diaria:
- Incorpora la naturaleza en tu vida: Si tienes acceso a un jardín o parque cercano, haz de estos espacios una parte regular de tu rutina. Sal a caminar, haz jardinería o simplemente pasa tiempo al aire libre para reducir el estrés y mejorar tu estado de ánimo.
- Elige alimentos locales y frescos: Opta por productos frescos en lugar de alimentos ultraprocesados. Apoya a los mercados locales o cultiva tu propio huerto si es posible. Los alimentos de temporada suelen ser más nutritivos y tienen un menor impacto ambiental.
- Crea un ambiente que promueva la actividad: Organiza tu entorno de manera que te invite a moverte más. Por ejemplo, utiliza escaleras en lugar de ascensores, camina o monta en bicicleta siempre que puedas y organiza espacios en tu hogar que fomenten la actividad física.
- Fortalece tus relaciones sociales: Rodéate de personas que compartan hábitos saludables y te apoyen en tus objetivos de bienestar. Participa en actividades comunitarias o en grupos que promuevan un estilo de vida activo y saludable.
- Reduce el estrés con un entorno tranquilo: Crea un espacio en tu hogar donde puedas relajarte y desconectar del estrés diario. Esto puede incluir una zona de meditación, un rincón de lectura o un área donde puedas practicar yoga o técnicas de relajación.
Conclusión
Un entorno saludable es fundamental para fomentar hábitos que nos lleven a una vida más larga y plena. En las zonas azules, la combinación de un entorno natural, acceso a alimentos frescos y una comunidad de apoyo ha demostrado ser esencial para la longevidad. Diakos se ha diseñado para poder aplicar todos estos principios con el fin de proporcionar a sus residentes un ambiente que promueve la actividad física, la buena alimentación y la vida en comunidad. Adaptando nuestro entorno de manera similar, podemos mejorar nuestra salud y bienestar a largo plazo.
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